Además de comprar muebles de baño de alta calidad y detalles elegantes y atractivos para nuestro baño, debemos ocuparnos de su mantenimiento para que siempre luzcan bien y sirvan adecuadamente a su fin. La tina reviste especial interés además de otras zonas de baño, para mantener la misma en condiciones de máxima limpieza.

Hoy en día que al comprar muebles de baño en variedad de materiales, estilos y colores también puedes hacerte de un tina exactamente como siempre soñaste tener una en tu baño, diseñada de materiales de lujo como el mármol o la porcelana y si eres más práctica o tu presupuesto te limita un tanto, puedes elegir una bella tina alicatada o de ladrillos de vidrio, entre otras muchas posibilidades.

Hay que tener en cuenta tanto al comprar muebles de baño como la tina en si misma, cuánto tiempo y esfuerzo puedes invertir en su limpieza y cuidado. Porque si eres una persona muy ocupada debes decantarte por uno de los materiales que sean más fáciles de limpiar, en todo caso estos consejos te ayudarán a mantener tu tina reluciente aunque tengas poco tiempo para dedicarte a ello.

Para limpiar las tinas de mármol y porcelana suele ser muy efectivo aprovechar la mezcla de medio litro de agua caliente y media taza de vinagre y un cuarto de taza de bicarbonato. Usando una esponja se aplica la mezcla sobre la tina y se enjuaga con abundante agua hasta eliminar totalmente la mezcla de la superficie y la misma queda brillante.

Las tinas de otros materiales como la loza rústica o la cerámica se limpian fácilmente con un paño humedecido en aceite de limón y se secan con un paño seco. Si las tinas son de materiales más “modernos” como el acrílico por ejemplo, hay que atenerse a las recomendaciones del fabricante para usar los productos adecuados que la limpien sin dañar el baño.

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